Se conoce la atención selectiva como la capacidad para mantener una atención concentrada entre distractores o estímulos que compiten.
Esto quiere decir que a nuestro alrededor se dan simultáneamente un montón de estímulos, y solo le hacemos caso a unos pocos.
- Por ejemplo, en un mismo momento pueden estar rodeándonos el ruido de la calle que entra por la ventana abierta, el de los vecinos cocinando y batiendo huevos para una posible tortilla, el de la televisión de fondo que nadie ve pero que lleva un rato encendida…y nosotros de entre todo lo que está sucediendo concentramos nuestra atención solo en la conversación que estamos manteniendo con nuestra madre en ese instante.
Centrar la atención en unos pocos estímulos de todos los que nos ofrece el ambiente nos ayuda a poder desarrollar tareas sin agotar nuestros recursos mentales atendiendo a todos los acontecimientos que ocurren a la vez.
Las personas fijamos voluntariamente la atención sobre un único objeto, idea o actividad con preferencia sobre los demás. Este es el mecanismo de control selectivo de la atención.
Así hacemos gala de nuestra habilidad para responder con éxito a los aspectos esenciales de una tarea o situación y pasar por alto o abstenerse de hacer caso a aquellas que son irrelevantes y que podrían distraernos o deteriorar nuestro desempeño en lo que elegimos importante.
Esto sin embargo, no solo nos hace diestros al permitirnos que no haya una sobrecarga (overlap) del sistema cognitivo ante la gran riqueza y complejidad de la información entrante, sino que además y siguiendo la misma dinámica del mecanismo, nos crea una hipersensibilidad a la percepción de ciertos estímulos que tienen una carga emocional para nosotros.
- Si mi ex tiene un coche citroen c4, de repente veré c4s por todas partes, no porque inexplicablemente se hayan multiplicado si no porque mi atención selectiva me hace elegir enfocar mi atención sobre todos los que pasan a mi alrededor, cuando antes quizá ni me fijaba. ¿Nunca te ha pasado?
- O decides comprarte una chaqueta negra y casualmente todo el mundo con el que te cruzas ese día decide ponerse una chaqueta negra…
Casualidad? NO! Simplemente estamos más atentos, selectivamente más atentos…
Alba Calleja. Psicóloga.
Recuerda: 635.961.102-985.130.506
albacallejapsicologa.com