Los estilos educativos que ejerzan los padres o cuidadores de los niños marcarán el desarrollo de la identidad, personalidad y funcionamiento de estos.
Un buen estilo educativo supone la conjugación de varios elementos, se trata de una relación muy compleja e integral entre el tipo de disciplina que se ejerza, y el tipo de afecto con el que se acompañe.
Los planos funcional y emocional marcarán el resultado de la educación en los niños.
ESTILO EDUCATIVO
CARACTERÍSTICAS
CONSECUENCIAS
ESTILO AUTORITARIO
Hay un exceso de imposición y prohibiciones por parte de los cuidadores, que persiguen la obediencia y sumisión como objetivo principal en la educación.
Se exige con exceso al niño, y no se desarrolla un entendimiento en el porqué de las orientaciones externas.
Este tipo de niños se mantienen sumisos, maleables a la voluntad de los demás.
No desarrollan la toma de decisiones desde el buen autoconcepto o sensación de seguridad.
Son tímidos en las relaciones con otros y persiguen agradar a los demás sobre todas las cosas.
ESTILO PERMISIVO
Apenas se utilizan las estrategias de exigencia o disciplina.
El método no sigue normas y tolera cualquier comportamiento del niño.
Los pequeños se vuelven irresponsables e incapaces de asumir o identificar los errores propios. Su nivel de habilidad para desenvolverse baja con respecto a otros estilos educativos.
Se convierten en caprichosos y priorizan el cumplimiento de sus deseos y necesidades sin tolerancia a la frustración.
En estas condiciones las relaciones sociales se establecen con deterioros marcados.
ESTILO DEMOCRÁTICO
El adulto se convierte en la guía del pequeño, manteniendo pautas de control, orientación y disciplina pero siempre desde un plano afectivamente bueno y flexible.
El niño desarrolla una seguridad basada en la coherencia percibida en el estilo de educación que su referente de autoridad le proporciona.
Las relaciones con los demás se establecen sin dificultad y la toma de decisiones se instaura con normalidad en su funcionamiento vital.
Los niños se vuelven capaces e independientes pero se vinculan emocionalmente a los demás a través del cariño y la cercanía.
ESTILO NEGLIGENTE
No hay asistencia, los cuidadores no desarrollan su labor.
No se atienden las necesidades del niño ni a nivel funcional ni afectivo.
El niño se convierte en una persona insegura y puede mostrar conductas de impulsividad, rebeldía.
Son solitarios y no desarrollan habilidades interrelacionales.
Las carencias afectivas y la ausencia de pautas disciplinarias o de orientación puede desembocar en problemas de comportamiento o emocionales.
Cuidado con:
Exponer al niño a varios estilos educativos opuestos o radicalmente distintos (padres, abuelos…u otros) pues puede darse una detección de incongruencias que marque una recepción caótica de los referentes de los niños.
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