Carta a Alba
Sí, esta carta va para ti. Hasta ahora eras tú a mi quién me reforzaba (vale, así tenía que ser), y yo sí que te he dado a ti las gracias por la ayuda pero ahí me he quedado. Por eso me gustaría hoy plasmar en estas líneas feedback positivo.
No sé cómo eres fuera de consulta, seguro que una persona maravillosa y luchadora (y al parecer con carácter, aunque no me lo pareciese jeje), pero te puedo asegurar que dentro de consulta tienes el perfil perfecto para hacer lo que haces, para ayudar a las personas que acuden a ti a encontrar eso que necesitan, a seguir avanzando. Aunque seguro tienes casos muy complicados o situaciones que casi parece que desbordan, te muestras (ante mí por lo menos) lo suficientemente fuerte como para manejarlo y tolerarlo.
Al principio me sentía un poco nerviosa por ir yo al psicólogo, pero desde el minuto 0 empecé a interiorizar tu despacho como MI espacio (aún recuerdo una frase que me dijiste el día que nos conocimos: “¿Recuerdas cuando éramos niños y jugábamos al pilla pilla que había una pared que al tocarla era casa y estabas a salvo? Pues este espacio es como esa pared que te mantiene a salvo”), y a día de hoy y desde hace ya tiempo, lo siento, pero cada vez que doy el primer paso dentro del despacho, en mi cabeza primero es mi espacio y luego ya si eso es tu despacho. Y me parece digno de admiración que alguien consiga sentir tan cómoda a otra persona en un sitio como para llegar a pensar eso, y tan cómoda como para desnudar su alma y su mundo interior sin ningún tipo de complejos.
Por eso también quería decirte que, aunque cada persona es un mundo y cada caso tiene sus peculiaridades, estoy segura de que a cualquier persona que se te ponga en frente de esa mesa podrás ayudarle a continuar su camino, y si no fuese así también sabrás detectarlo para derivarlo a otro colega.
No encuentro palabras suficientes para agradecer tu profesionalidad, tu ayuda, tu dedicación, tu compromiso e incluso tus “riñas” cuando tocaron.
Aún encuentro cosas que necesito trabajar con tu ayuda, pero a día de hoy ya me encuentro mucho más segura de mí misma, capaz y contenta.
Muchas gracias se queda corto.
Un abrazo muy fuerte,
L.
Con tu permiso…para que lo vea el mundo…agradecida L. agradecida…
Gran profesional. Me sentí realmente escuchada, Las pautas a seguir precisas y efectivas. Una persona cálida y entregada. No puedo más que estar agradecida de haberla conocido y por la inestimable ayuda que me prestó