TÉCNICAS DE RELAJACIÓN EN CONSULTA

Las técnicas de relajación suponen hoy por hoy una herramienta psicológica de gran valía en el ejercicio profesional clínico, pues en general, su aplicación tiene efectos positivos de carácter tanto físico como psicológico en las personas que las practican. De esta forma, los resultados y la ausencia de efectos secundarios o complicaciones, legitiman su utilización para la consecución de objetivos tan importantes como el tratamiento de problemas de ansiedad, depresión, insomnio, fobias, dolores y malestares de origen físico...

La relajación puede resultar también una habilidad de afrontamiento general y vital con la que se consiguen grandes progresos y resultados si su aplicación se realiza de manera adecuada.

Son muchas las personas que acuden a consulta pidiendo aprender a relajarse. Diríamos que en este sentido podemos entender la relajación como una reconexión con nuestro cuerpo, ponernos al volante de nuestro coche cuando tras épocas especialmente exigentes o dolencias negativas vividas, nos habíamos pasado al asiento del copiloto y habíamos perdido el control sobre nuestra tranquilidad.

Realmente existen varios elementos clave que destacan como característicos en la mayoría de metodologías disponibles a la hora de ejercer técnicas de relajación. Lo importante es aprender a relajarse correctamente, al principio siempre de forma guiada. No es extraño encontrarte con pacientes cuyos intentos fallidos anteriores a la hora de auto imponerse estados de relajación sin dominar exactamente la metodología, les genera un estado de frustración que les aleja de conseguirlo en futuras ocasiones…

• EL CUERPO:

En primer lugar, trataríamos todo lo que tiene que ver con el cuidado por la postura corporal, esperando que a través de la comodidad física resulte más fácil lograr un estado de tranquilidad generalizable a la psique. Se sabe que la posición del cuerpo es esencial y deben evitarse todas aquellas posturas que puedan generar tensión muscular. Echado, sentado o tumbado son las opciones que más facilitan este objetivo.

• LA ATENCIÓN:

La focalización de la atención ejercida sobre un elemento único favorece la concentración y restringe la intrusión de distracciones, este es otro de los factores clave presente en la mayoría de trabajos de relajación.

*En la técnica de relajación pasiva se desarrolla un proceso de concentración en las sensaciones corporales de peso y calor que favorecen la relajación de las personas. En la Bioinformación,  una ejecución anterior puede ayudar en la modificación de la conducta futura, al conocer las respuestas internas. En la desensibilización sistemática se expone al sujeto al elemento generador de fobias. En la relajación progresiva de Jacobson, se orienta la atención a los procesos de tensión distensión muscular sobre nuestro cuerpo. La información y la atención destacan pues como elementos clave en los procesos de relajación más complejos.

• LA RESPIRACIÓN:

En tercer lugar diríamos, que los esfuerzos orientados al control de la respiración suponen uno de los elementos más importantes en todo proceso de relajación, y suelen estar presente tanto en las etapas iniciales de las distintas dinámicas de relajación como en su desarrollo y cierre, además los esfuerzos orientados a todo lo que tiene que ver con la respiración, se dan en todas las técnicas, beban de cualquier orientación éstas o provengan de diferentes escuelas teóricas. De hecho la respiración puede ser utilizada como técnica única o como parte de otras dinámicas de relajación en aras de potenciar su efecto.

¿Y tú, has encontrado tu paz?