Qué hacer si te encuentras a tu psicólogo fuera de consulta.

Puede pasar, estamos acostumbrados a vernos en un contexto clínico, en un espacio conocido y conectado con el trabajo terapéutico, nuestro lugar de trabajo psicológico, nuestra casa mental…Pero también compartimos a veces ciudad de residencia, espacios de ocio…la vida se construye dentro y también fuera de la consulta. En este sentido, puede resultar incómodo o raro encontrarnos por la calle, puede intimidarnos, causar situaciones violentas o simplemente descuadrarnos un tanto.

A nosotros también nos ocurre y a menudo esto da lugar a saludos entrecortados y momentos poco naturales de los que generalmente solemos terminar por reírnos en la siguiente sesión. Has de saber además que un psicólogo no debe trabajar nunca con datos que no sean obtenidos de manera técnica y en el espacio terapéutico por lo que no debes sentirte observado o estudiado. Y que fuera del trabajo simplemente “no estamos de servicio”…

Vamos a darle una vuelta a lo que pasa si nos encontramos fuera de consulta…

Puede pasar, quizá estemos compartiendo un momento con un clima emocional especial, sentimental, de humor, y salir de ese registro para saludar a tu psicólogo, puede romper totalmente la situación.

No pasa nada, lo prioritario es proteger las vivencias, nosotros entendemos que nuestra figura es un poco particular sobre todo extrapolada a algunos contextos (sabemos un montón de cosas de las que a veces no nos queremos acordar), y estamos preparados para entender perfectamente que no te apetezca saludarnos… eso sí, ¡no olvides que también al contrario si nos pasa a nosotros!

  • Que nos sintamos intimidados, observados…

Quizá nos encontremos en algún espacio que tenga que ver con cuestiones que trabajamos en terapia, que estemos en una cita siendo personas con una dependencia emocional, que estemos de fiesta siendo personas que padecen problemas de consumo, que estemos interviniendo problemas de ira y nos encontremos discutiendo…ante esta posibilidad recuerda siempre: fuera de terapia no estamos trabajando, no te vamos a observar, y nunca debemos utilizar ninguna información que no decidas compartir tú con nosotros en sesión. Recuerda esta idea importante, fuera de consulta no miramos y no vemos. Tu intimidad, vivencias y cómo decidas gestionarlas dentro y fuera de consulta es lo más importante…

  • Que no queramos que nuestro entorno sepa que vamos a terapia.

Si esto ocurre (y es totalmente respetable la opción que escoja cada persona para gestionar la información que tiene que ver con su terapia) no temas, vamos a entenderlo perfectamente, que evites el contacto incluso visual, que decidas no interactuar. Vamos a respetar tu decisión y procurar no ser invasivos hacia ese mensaje que nos estás mandando. Es normal. Y esperamos de nuevo que al contrario también puedas entendernos a nosotros…

  • Que nos apetezca que las personas de nuestro mundo conozcan a nuestro terapeuta.

Al contrario también puede ocurrir. Que desde todo el cariño y el respeto que construimos en terapia, queramos aprovechar la ocasión para presentarnos a ese familiar tan especial para nosotros, a nuestros papas, hijos, amigos o parejas…  a veces se dan momentos muy emocionantes, llenos de agradecimientos y afecto, otras veces se dan ciertas miradas de soslayo, pues la figura del terapeuta no siempre es entendida del todo por el entorno de la persona que realiza su intervención…sea como sea de nuevo, lo que salga, y si sale mal, ya lo hablaremos…

  • Que no demos bien la medida del saludo.

A veces nos quedamos cortos y no nos saludamos para no incomodar, otras veces y con solo una mirada de complicidad es suficiente para decirnos, “ey, qué tal, mejor nos vemos en la siguiente cita y ahora continuamos nuestro camino”, otras veces nos puede la efusividad y nos saludamos con gran cariño (a menudo cuando el tratamiento ya está finalizado) y ese abrazo homenajea tanto trabajo hecho juntos…es difícil dar la medida exacta y en este sentido nos toca entregarnos a lo que nos salga y ENTENDER todas las opciones que se puedan dar…

  • Cuando los temas de los que hablamos poco tienen que ver con la terapia.

Puede que te choque, antes de ayer estábamos haciendo una desensibilización sistemática, analizando tus conductas más íntimas, ahondando en vivencias de la infancia, y aquí estamos hoy, charlando del tiempo en la cola del supermercado.

Has de saber que fuera del espacio terapéutico no tenemos porqué comentar nada asociado al mismo, ni debemos hacerlo. Y aunque genere una fuerte sensación de contraste, no está indicándote que al terapeuta se le hayan olvidado esos contenidos, simplemente que, protegiendo al máximo tu intimidad, no piensa en ellos ni los activa ni un segundo fuera del contexto donde tienen un sentido técnico. Recuerda, fuera de consulta no estamos de servicio y así, te cuidamos más.

En resumen, suele resultar curioso que nos encontremos fuera de consulta, algo parecido a cuando de pequeños nos cruzábamos con nuestro profe favorito, nuestro médico…estamos acostumbrados a verlos en un espacio concreto, en un contexto particular y todo cambia cuando no están allí… al cerebro le gusta verte donde siempre te ve y como siempre te ve, e integrar el cambio de roles siempre cuesta un poco de trabajo. Así que, vamos a abrirnos a que cualquiera de las opciones sea buena, que nos salga lo que nos salga, que no nos agobiemos con comportarnos de una u otra manera, la naturalidad no siempre es un registro comportamental accesible, nos toca salir del paso y luego…ya veremos.

Alba Calleja. Psicóloga.

635961102

albacallejapsicologa.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *